Cambio de estación y nutrición (Lic. María Agustina Costa. Nutricionista)

General - Salud 07 de septiembre de 2023 Por Redacción
Vivimos los días con la vorágine de las actividades y responsabilidades, mientras dejamos pasar, muchas veces, la aclimatación correspondiente al cambio de estación que ya está golpeando la puerta. Dejamos de lado, el detalle no menor, que nos condiciona día a día, que somos biológicamente, ni más ni menos que mamíferos.

 ¿Qué tiene que ver con la nutrición que seamos mamíferos? Básicamente que seguimos siendo parte de un entorno climático que nos condiciona y afecta, con el trascurso cíclico de las estaciones. 

Así como, a lo largo de nuestras vidas, la absorción y utilización de nutrientes se modifica en cada etapa, de crecimiento, desarrollo y declive; a lo largo de un año, también se producen modificaciones de requerimiento y utilización de distintos nutrientes. 

Por lo tanto, el cambio de estación, no es simplemente una cuestión de moda o algo banal con respecto a la “llegada del verano”. Este nos ubica temporalmente en una época de gran cambio de temperaturas ambientales, cambio en el estilo de vida, exposición a la luz del sol, modificación de actividades sociales y muchas veces, a la concomitante, secreción de hormonas asociadas al estado anímico.

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Como si esto fuera poco, al cambiar las temperaturas del ambiente, nuestro gasto calórico y de líquidos y sales, puede variar significativamente.

Hay determinados grupos etarios que son más vulnerables a la llegada del calor sofocante, porque su composición corporal tiene características que por ejemplo, los hace más propensos a deshidratarse, como son los niños menores de 2 años o los adultos mayores. 

La llegada de la primavera, con el aumento de la polinización, el viento recurrente, las lluvias extensas y la mayor oscilación de temperaturas entre el día y la noche, la hacen una temporada de gran actividad del sistema inmune, donde nos beneficiamos enormemente si consumimos cantidades adecuadas de fibra, vitaminas, minerales y probióticos. 

El comienzo de la primavera es una época propicia para hacer una reorganización de nuestros hábitos y enfocar nuestra energía expansiva en aumentar la variedad de alimentos (frutas, verduras, hortalizas, legumbres) y desafiarnos en alguna actividad física. 

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Lic. María Agustina Costa (Nutricionista)

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