La normativa creará la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), que funcionará dentro del Ministerio de Desarrollo Productivo, y será la encargada de aprobar y administrar las licencias para la producción industrial del cultivo.
Cannabis Patagónico es una empresa que se dedica al fitomejoramiento y a la prestación de servicios vinculados a la producción de cannabis con fines medicinales. Francisco y Andrés Mora son responsables de la compañía y dialogaron en sobre la labor que realizan, la importancia del cannabis medicinal y su visión a futuro.
Lo acordaron el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. La sesión especial será a las 11.30 y se analizarán temas propuestos por las dos fuerzas políticas. La oposición pedirá votar un emplazamiento para que se traten en comisión los proyectos de Boleta Única.
Con los nuevos equipamientos que fueron llegando, la provincia va a tener una capacidad de extracción de material vegetal de 80 mil kilos anuales a un ritmo de procesamiento entre 35 y 45 kilos por hora, mientras que en la actualidad procesa dos kilos por hora.
El Presidente aseguró que no tiene "problema" en abrir el debate. Pidió que se exprese con claridad que "la marihuana hace daño, el tabaco mata de cáncer y el alcohol degrada al ser humano".
Con esta iniciativa, que consta de dos objetivos centrales, las autoridades buscan aliviar a pacientes con epilepsia farmacorresistente, síndrome de Dravet y epilepsia relacionada a Esclerosis Tuberosa.
El ministro de Desarrollo Productivo defendió el proyecto de ley para regular la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal, durante un plenario de comisiones en el Senado.
Mendoza ya contaba con una ley pionera en el país, la 8962, que permitía el uso medicinal de derivados del cannabis para pacientes con epilepsia refractaria.
La iniciativa apunta a "generar cultivos y preparados de cannabis para investigaciones en salud pública", confió la bióloga e investigadora de Conicet Gabriela Calzolari, integrante de la organización Ciencia Sativa.
Entre los cambios destacan el autocultivo, la provisión -gratuita en el caso del Estado- para pacientes, la producción pública y privada (a laboratorios) del aceite y sus derivados. Se permite el cultivo solidario y se reconoce el derecho de los pacientes a no ser criminalizados por el uso.